Así es como termina tras once años un cómic que sólo iba a durar ocho páginas, luego iba a durar tres capítulos para darle un cierre a la historia y que luego simplemente se me fueron ocurriendo cosas que contar, pero los temas que puedo tratar con un personaje en algún momento se tenían que acabar y quería terminar antes de repetir cosas.
A Paulina le voy a tener siempre un cariño especial, la creé n un momento de bajón emocional, algo así como un desahogo, dejé el cómic parado varias veces porque yo no estaba bien, pero volvía ya que dibujarla a ella hacía que tuviera un propósito, me mantuvo mentalmente estable, pero ya es tiempo de hacer otras cosas, estoy bien, gracias Paulina.
A lo mejor éste final les parece demasiado simple, pero esta historia es un “recuento de la vida” por lo que no iba a poner alguna fantasmada increíble, pude irme por algo telenovelesco pero tampoco me sirve, esto es simplemente vida y la vida sigue.
¿Y ahora qué? Voy a seguir haciendo cómics en la misma línea de “La Nueva Chica del Barrio” y “Chicos en falda” pero van a ser más cortas, más que nada porque no quiero atarme a un sólo personaje por otra década, me he auto impuesto que mi siguiente historia será de menos de cincuenta páginas y a terminarla en menos de un año, que quienes me siguen desde hace tiempo sabrán que eso es todo un reto para mí. Próximamente más información estén pendientes a mi twitter que es donde ando más activa.
Ya por último agradecer a quienes me han seguido por todos estos años, a quienes siempre comentan y hacen sentir que esto es algo más que un cómic, los quiero.
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